Siempre que escucho por los altavoces del parque de atracciones que se ha perdido un niño,
pienso que ese niño soy yo

10 de agosto de 2011

Encontré placer al placebo


Me estuve haciendo una siestecilla entre sábanas blancas de algodón y me supo realmente a nata, pero surgió un arcoíris de sueños rotos, de los de no saber lo que estoy haciendo. Quise continuar con el silencio de los sueños, de esos días que no quiero que los demás sepan de mis sentimientos, no quiero sentir ni saber que echaré de menos. Ni si quiera, quiero saber lo que estoy haciendo.

Y al final, de tanta doble dirección en las palabras, encontré placer al placebo.