Me creo que paso inadvertido,
como un fantasma,
cuando merodea borracho por tu casa
entre líneas paralelas,
que con sonrisa perdida,
mantiene fría la mirada.
Podría comerme despacio tu vida
y beberme hasta tus entrañas,
que ayer ya no es memoria,
que ayer ya no es memoria,
el alma sola se desangra.
Desearía haberte conocido de otra forma
para que los días me sigan vivos,
que ya la vida no me cuadra
no me salen las cuentas.
Pierdo sin quererlo,
otro minuto más de sueños
en una vida que me traspasa.
Quise romperlo todo,
quemar papeles, libros,
palabras envenenadas.
Podría ser como los demás
sin un sitio en que soñar,
Para pintarme de azul
desde el cementerio de tus ojos
todas tus fechas mal señaladas
y clavarme sin sentirlo
el doble rasante de tus palabras...
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