en su sucia
esquina,
con la ropa
gastada,
los bolsillos
llenos de sueños
Mientras las
monedas caen,
unas de pena
y otras de brillo.
El dolor lo
atrapa,
Las manos hinchadas,
los labios
amoratados de tanto tocar.
Mientras, unos
niños le sonríen,
ellos si
saben captar,
él les toca
algo,
y se siente otra vez el gran Malik Yaqub
Llega la madrugada,
y su cabeza reposa
en la dura esquina del Fnac
Hoy llora un
saxo,
solo en un
rincón,
Le faltan tus
dedos
Le falta tu
calor…
Malik Yaqub |
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